El verano, esa época en la que ir por la calle a ciertas horas del día se convierte en un castigo para muchos de nosotros y, sobre todo, en ciertas zonas de la península como en el levante mediterráneo, donde el gran porcentaje de humedad aumenta la sensación térmica.
Estas altas temperaturas nos obligan a cambiar algunos de nuestros hábitos diarios, saliendo a la calle más tarde o ir en búsqueda de sombras a lo largo de las ciudades. Sin embargo, tal vez hayáis experimentado una diferencia de calor cuando salís de un espacio abierto, como un parque, y entráis a una calle rodeada por edificios, ¿verdad?
Esto es lo que conocemos como el efecto isla de calor urbana (ICU). Un fenómeno que quizás no todos conozcan por su terminología, pero que seguro padecen durante esta época del año.
¿Qué es la isla de calor?
La isla de calor es un fenómeno térmico que se produce normalmente en las áreas urbanas y que consiste, básicamente, en la existencia de un contraste térmico entre el centro de las ciudades, caracterizadas por la edificación masiva, y las áreas rurales cercanas o de extrarradio, donde la temperatura desciende unos grados.
Sin embargo, el término de isla de calor no es nuevo, sino que queda documentado desde hace varios siglos. Fue en 1817 cuando Luke Howard, farmacéutico inglés que jugó un papel muy importante en la historia científica y meteorológica, descubrió que existía una diferencia térmica entre el centro de Londres y las áreas rurales cercanas, llegando a haber una diferencia de 2,2º grados centígrados. Pero, ¿a qué se debe estos cambios de temperatura?
Principalmente a los materiales que se emplean para construir las ciudades y los edificios, los cuales desprenden lentamente el calor que captan del sol durante el día. Además, los sistemas de climatización, empleados en verano, las luces urbanas y la utilización de los vehículos favorecen que esta temperatura aumente en los centros urbanos.
Mientras tanto, en las zonas rurales, no se experimenta este aumento de temperatura, ya que este ambiente natural tiene la capacidad de captar menos calor y, sobre todo, de perderlo más rápidamente.
Evitando la isla de calor en Allonbay Village
Con el fin de reducir la absorción de calor dentro de la urbanización y mitigar el sobrecalentamiento y, por tanto, la demanda de energía para la refrigeración en los edificios, se han propuesto en diseño y se han ejecutado en fase de obra una serie de pautas y estrategias que permiten la lucha contra la denominada Isla de Calor.
La urbanización interior de Allonbay Village – Aqua cuenta con jardines comunitarios diseñados para realizar diferentes actividades deportivas, de ocio, de relación social… En latitudes como Alicante, se hace necesario por los rigores del verano, que estos espacios estén protegidos del sol y del calor con plantaciones arbóreas que, además de sombrear con sus copas, reducen la temperatura ambiente por efecto de la evapotranspiración foliar (además de reducir CO2 atmosférico –contribuyendo a la descarbonización y lucha contra el cambio climático- y emitiendo oxígeno).
Cubiertas ajardinadas y coronas paisaje
Trasladar estos beneficios de los jardines a los edificios es muy efectivo. Se ha ejecutado una cubierta ajardinada sobre uno de los edificios comunitarios de la urbanización, en concreto de especies cactáceas sobre un lecho de gravas decorativas. De esta manera, se reduce la insolación de la cubierta del spa y el sobrecalentamiento de las estancias interiores. Además, las traseras de los edificios cuentan con un sistema de mallas vegetales, sobre las que crecen trepadoras, que proyectan su sombra sobre las fachadas, evitando así la sobre exposición solar de las fachadas y creando un tapiz vegetal que protege las estancias interiores del calor.
Análisis del entorno
Toda la urbanización cuenta con un vallado muy permeable, tanto a la vista como a la circulación de vientos y brisas. Además, la disposición de los edificios y sus terrazas, de trazado curvo, diluye la acción de grandes corrientes de viento y evitan la creación de corredores de viento. La ubicación de la parcela respecto al mar, favorece la llegada de las brisas marinas y, por tanto, la reducción de la temperatura de manera natural. También es fundamental la implantación volumétrica del tejido residencial en forma de bloques con crujías reducidas (de entre 20 y 25 metros) con plantas compactas cercanas al cuadrado procurando conjuntos porosos y así evitar la creación de grandes pantallas opacas que alteren las condiciones ambientales y deriven en microclimas indeseados.
El canal de agua
Para ayudar a reducir el efecto Isla de Calor, la urbanización cuenta además con dos canales que recorren la parcela por los que circula el agua, rebajando la temperatura por efecto de la evaporación de la lámina de agua. Además, las 3 piscinas con las que cuenta Aqua también ayudan a reducir las altas temperaturas, creando una atmósfera agradable para los habitantes del residencial.
Plantación de especies arbustivas
Tanto los caminos, como algunos espacios de relación (espacios estanciales acomodados con bancos) se han protegido con plantaciones arbóreas y arbustivas que hagan más agradable la estancia en estos espacios exteriores. Además se ha querido remarcar la dirección de la entrada principal y secundaria de la urbanización con una alineación de palmeras, que sigue la línea diagonal que une la Torre de San Josep con el Barranco del río Torres, de la urbanización de Allonbay Village.
Selección de materiales
A nivel fachada, se han elegido dos tipos de revestimiento exterior: uno de origen pétreo y natural, que recubre los muros de los adosados; y un revestimiento continuo blanco para las fachadas exteriores de las torres, que reciben mayor incidencia solar por elevarse en altura. En ambos casos, los colores elegidos son claros y acordes al estudio paisajístico de materiales que se realizó para el masterplan de Allonbay.
Allonbay Village, primer BREEAM Urbanismo en España
Este trabajo de planeamiento, análisis del entorno e integración paisajística, no solo nos ha permitido reducir el efecto de isla de calor, sino que también ha dado como resultado la obtención del primer BREEAM Urbanismo en fase de planeamiento en España.
A su vez, el residencial Aqua se rige por las recomendaciones de BREEAM Vivienda, logrando espacios agradables con una gran variedad de tipologías que se ajustan a las necesidades de sus habitantes.