MODERNIDAD, SOBRIEDAD Y ELEGANCIA EN EL CENTRO DE ALICANTE
El Edificio General Marvá 3, situado en la gran avenida que cruza el centro de Alicante y junto a la emblemática Plaza de Los Luceros, infunde modernidad, sobriedad y elegancia.
La fachada se caracteriza por las terrazas y sus lamas que orientan las miradas desde el interior hacia este epicentro urbano: la fuente con sus luceros, diseñada por el escultor alicantino Daniel Bañuls, los jardines, y las eventuales mascletàs que marcan las fiestas alicantinas. Una vida urbana que se disfruta desde el interior o el exterior del edificio, desde su piscina en la azotea, para después refugiarnos en su patio interior abrigado por su gran jardín vertical.
El Edificio General Marvá 3 habla de estos equilibrios de contrastes que tanto nos gustan en ADORAS: su fachada es tradición y tecnología, está aplacada con piedra local de la sierra de Bateig pero con lamas de aluminio a doble altura. Es por un lado sobrio y robusto, con esa volumetría cuadrada y contundente, y a la vez blando y orgánico con esas formas sinuosas del patio y el jardín vertical.
PAISAJISMO
El residencial Marvá dispone de dos amplias zonas de esparcimiento comunitario al aire libre. El jardín de cubierta cuenta con una piscina en diferentes tonos de verde en una elegante composición de gresites. El solarium está bordeado de jardineras que se integran en la fachada al contar con el mismo revestimiento en piedra. Las excepcionales vistas sobre la plaza de Luceros y la avenida general Marvá amplían la perspectiva hasta el mar Mediterráneo.
En la planta baja, el foco de atención se centra en el amplio jardín vertical, un precioso mosaico vegetal compuesto por una gran variedad de especies, arbustivas, vivaces y herbáceas, seleccionadas minuciosamente por sus cualidades estéticas y por su contribución a la captación de CO2 atmosférico.
Junto al jardín vertical, una moderna selección de juegos infantiles crean un espacio de recreo para los más pequeños, bajo la mirada de sus padres que descansan en la zona estancial del patio. En la franja opuesta, tres jardineras dispuestas en graderío, adornadas con arbustos de flor en tonos rosas y azules, atraviesan el muro de cerramiento y continúan en el jardín del atelier que se revela desde las viviendas de los pisos superiores, cerrando la composición en un único trazo.